lunes, 13 de octubre de 2014

El Ébola según al NMG




Introducción:

Las enfermedades (los SBSs) se desarrollan puntualmente según las cinco leyes biológicas de la Nueva Medicina Germánica. La medicina clásica, sin embargo, desde hace muchos años nos ha hecho creer que las características de una enfermedad varían respecto al tipo de microorganismo que la acompaña y además (y lo mas erróneo) cree que la enfermedad es producida por dicho microorganismo. 

Con la Nueva Medicina de Hamer hemos aprendido que las enfermedades son programas biológicos de la naturaleza que actúan independientemente. Los microorganismos que acuden en el momento en que la enfermedad empieza a sanarse solo están presentes como comensales y a veces como ayudadores para el acto de la sanación que es una potestad que solo la naturaleza posee.

La medicina tradicional ha creado una enfermedad para cada microorganismo y en algunos casos (aunque parezca increíble) ha postulado la presencia de microorganismos que no existen, para justificar enfermedades que ve suceder pero que no logra comprender.
Los SBSs (llamados enfermedades) se activan porque están programados como un software en nuestro ser para que actúen en el momento en que la persona se enfrenta a un conflicto y necesita una modificación en su organismo para adaptarse a esa emergencia que ha surgido en su vida. Entonces este programa sensato de la naturaleza comienza a manifestarse y a seguir una secuencia puntual que se repetirá una vez más como se ha repetido por millones de años desde que fue instalado en nuestra memoria evolutiva y la de los animales.

Conocer esta secuencia es lo que verdaderamente no lleva al conocimiento de la enfermedad. Sin embargo en la medicina clásica, que desconoce estos programas biológicos, cuando no pueden explicarse porque sucede cierto comportamiento de una enfermedad rápidamente se apresuran a inventar un argumento para explicarla y también rápidamente aparece un “fundamento científico” para justificar esta explicación, principalmente si el manejo mediático de ese conocimiento “científico” ha de producir ingentes beneficios o si este conocimiento puede utilizarse como instrumento de dominación. Este proceso ha hecho surgir las “mafias científicas” constituidas por académicos y científicos que han sido cooptados por la industria farmacéutica o por los agoreros del nuevo orden y están enredados con intereses económicos que los llevan a comprometerse con la deshonestidad para apoyar teorías pseudocientíficas que son totalmente falsas.

La Nueva Medicina Germánica conoce la enfermedad en su origen. Trata con las causas y no con los síntomas para inducir la sanación. El Ébola no es la excepción y de esta manera esta insidiosa enfermedad no puede escapar a la comprensión científica y puntual de la Nueva Medicina Germánica del doctor Hamer.


Definición:

El Ébola es una enfermedad que ocurre por la asociación de al menos cuatro conflictos biológicos que se desarrollan simultáneamente, algunos en fase de conflicto activo y otros en fase conflicto resuelto. 
Los conflictos básicos del Ébola son los siguientes:

• Un conflicto de los colectores del riñón (CCR) también llamado conflicto existencial

• Un conflicto de desvalorización profunda en solución que se manifiesta con una leucemia que afecta a los tejidos del mesodermo nuevo, especialmente a los huesos, la médula ósea y la sangre.

• Un conflicto de susto o un conflicto de miedo territorial que afectan: el primero la mucosa de la laringe y el segundo la mucosa bronquial. En estos conflictos pueden, eventualmente estar involucradas también las musculaturas de estos órganos. Puede ocurrir solo uno de estos conflictos o ambos.

• Un conflicto de contrariedad territorial que afecta la mucosa de la curvatura menor del estómago, la mucosa del duodeno y la íntima de las vías biliares y pancreáticas.
Puede haber más conflictos involucrados pero estos cuatro bastan para producir todos los síntomas y signos del Ébola


Comienzo de la enfermedad

El cansancio inicial:

La enfermedad empieza a manifestarse con profunda vagotonía en la que predomina un cansancio excesivo a veces tan intenso que la persona no puede ni levantarse de la cama. Esto sucede porque el paciente está lidiando con varios conflictos que se han solucionado a la vez y han entrado en la fase vagotónica. 
Entre estos conflictos destaca una la leucemia en curso que es provocada por un conflicto de desvalorización en solución afectando los huesos que entonces inician la recalcificación y también activan la restitución de la médula ósea que moviliza sus células estaminales para iniciar la producción de blastos con el fin de restaurar la hematopoyesis.


Los dolores:

Los dolores fuertes en todo el cuerpo suceden porque, durante el proceso leucémico, cuando ocurre la recalcificación de los huesos, la superficie de estos se inflama y esta inflamación provoca una distensión de la piel del hueso llamada periostio. Esta especie de membrana que cubre al hueso está muy inervada y al estirarse duele. Si la distensión del periostio es muy acentuada el dolor es intenso y permanente. La sensación de que los músculos duelen es provocada por la acción de estos que al contraerse accionan sobre el periostio que rodea el área donde están unidos o insertados al hueso. 
Los dolores musculares pueden agravarse por la concurrencia de otras causas ajenas a la enfermedad como el consumo de estatina. ibuprofeno, diclofenaco o ciertas hormonas. Un conflicto de separación agregado puede duplicar el dolor y la sensación de frio con temblores compulsivos.


Las hemorragias:

El Ébola presenta un cuadro hemorrágico que puede llevar rápidamente a la muerte al paciente si no recibe un tratamiento adecuado. La deficiencia de plaquetas con una lectura baja – menos de 20,000 por cc – implica un serio peligro de morir desangrado principalmente porque están presentes otros conflictos del ectodermo con ulceración del epitelio escamoso (conflicto de contrariedad territorial que afecta con ulceras a las vías biliares y pancreáticas y además la curvatura menor del estómago y el duodeno. 
También están presentes los conflictos de susto y de miedo que afectan la mucosa bronquial y la mucosa laríngea) la pérdida de sangre internamente suele ser la causa más común de muerte en los pacientes con Ébola. Es por eso que el control hematológico es clave en el tratamiento


Fallo renal y fallo hepático:

Lo que la medicina clásica diagnostica como fallo renal en los pacientes de Ébola no es mas que el comportamiento del riñón durante la fase activa de un conflicto existencial que se manifiesta con una retención acentuada de los líquidos del cuerpo impidiéndole al paciente orinar la cantidad usual de orina. A veces el conflicto puede ser tan acentuado que el paciente orina solo unas gotas aunque le apliquen una sonda.

El conflicto existencial que afecta los túbulos colectores hace aumentar de manera exagerada las inflamaciones en otros tejidos que están en proceso de restitución, en este caso principalmente las mucosas del epitelio escamoso regidas por el ectodermo. De esta manera los conductos biliares se tapan por la inflamación de la íntima provocando hepatomegalia, ictericia y otros signos y síntomas que la medicina clásica interpreta como fallo hepático. Esta condición de las vías biliares cursa con una crisis epileptoide que provoca una ausencia o desmayo que debe tomarse en cuenta para que no suceda un coma hepático. El paciente sufrirá o ya está sufriendo una hepatitis.

La amenaza de morir, La exclusión y la cuarentena mantienen el conflicto existencial de los colectores del riñón en plena actividad y de esa manera las inflamaciones van en aumento.


El dolor de garganta y el dolor abdominal:

La laringe afectada por un conflicto de susto produce un fuerte dolor-ardor de garganta cuando el conflicto está activo y por el efecto del CCR sufre grandes inflamaciones cuando el conflicto se resuelve. Igual suerte pueden sufrir los bronquios si el conflicto se desarrolla, no en el hemisferio izquierdo sino en el derecho, con un miedo territorial en solución con bronquitis. También ocurren hemorragias en la fase de solución y el paciente puede escupir sangre.

Si se trata de un conflicto de susto con la musculatura bronquial involucrada, el paciente además del ardor y el dolor en la garganta sentirá también serias dificultades para respirar con la sensación de que no puede llenar los pulmones en la aspiración. El conflicto de rencor territorial presente hace que se desarrolle esta constelación que produce asma y hace que el paciente tenga la sensación de que su vientre ha puesto una barrera para que sus pulmones no se expandan.

Si el paciente tiene los dos conflictos: de susto y de miedo, en ambos hemisferios, con las musculaturas implicadas, el paciente está en serio peligro por la complicación con un estado asmático.

Los dolores abdominales en la curvatura menor del estómago y la incapacidad de retener la comida con la ocurrencia de vómitos se deben a las ulceras gástricas producidas por el conflicto de contrariedad territorial activo que en solución provocara una hemorragia interna.


Dolor de cabeza:

Los focos de Hamer de los conflictos en solución localizados en distintas capas embrionarias (Mesodermo nuevo para la leucemia, Ectodermo para los conflictos territoriales de miedo, susto, rencor) producen un acentuado dolor de cabeza porque están afectados por una inflamación intensa debido al conflicto activo de los colectores del riñón. 
Las crisis epilépticas de estos conflictos, principalmente si algunas suceden simultáneamente son de interés especial porque pueden llevar fácilmente al paciente a un cuadro de gravedad que si no se trata adecuadamente le producirán la muerte.


Las contracciones musculares y los calambres:
 
Un paciente que sufre de Ébola solo produce unos pocos mililitros de orina al día debido al conflicto de colectores del riñón. Gran parte de la urea de esta orina no es desechada, en vez de eso es depositada en la sangre provocando una alza de la lectura de urea en sangre, una uremia. Sin embargo con los electrolitos no acurre lo mismo y estos se concentran en la poca orina que el cuerpo produce, de esa cuenta cuando el paciente por algún motivo resuelve su conflicto existencial y empieza a orinar, en pocas horas pierde sus electrolitos. Esta pérdida produce calambres y contracciones involuntarias en sus músculos principalmente manos brazos piernas y pies.
 La crisis epiléptica del conflicto de contrariedad territorial, si está afectada la musculatura estriada del estómago, también producirá contracciones, cólicos y calambres en la región abdominal. El estómago está constituido por musculatura lisa regida por el cerebro medio, excepto en área de la curvatura menor y el píloro que poseen musculatura estriada y es donde ocurren las ulceras.


Las erupciones cutáneas:

La separación que sufre el paciente por ser puesto en cuarentena, aislado de todos los demás y principalmente de su familia y sus amigos puede producir dermatitis de origen ectodérmico en su piel a nivel de la epidermis. El hecho de escuchar los pronósticos infernales sobre su salud puede provocar melanomas y zona (herpes) de origen mesodérmico, con fuerte dolor en conflicto activo y en conflicto resuelto (Estos pronósticos casi siempre afectan también a sus pulmones y otras veces el parénquima del hígado.)


El supuesto virus del Ébola:

Nunca nadie ha visto el virus del Ébola, la imagen, que anda circulando por allí en la red, de un corpúsculo con forma alargada que es supuestamente la imagen de un virus del Ébola es un fraude, es decir que es una imagen creada: a alguien se le ocurrió representar al supuesto virus de esa manera y entonces creó esa imagen.

En general las imágenes de virus de distintas clases que aparecen en los textos de los libros de papel o en artículos de la red son creaciones artísticas que antes se hacían a mano con oleo y pincel por artistas pintores y ahora se crean por computadora mediante un software especializado como por ejemplo adobe illustrator.

Si se pudiera obtener imágenes del virus del Ébola fotografiadas con un microscopio electrónico ya estarían circulando cientos de imágenes distintas del virus. Pero eso no es posible.
Simplemente el tamaño del supuesto virus tal como se ha postulado (menos de mil nanómetros), es tan ínfimo que los microscopios actuales de ultima generación no son capaces de visualizarlos.


Hamer dice esto de los virus en su libro del CANCER DE MAMA:

“Los llamados virus fueron postulados hace 150 años. En aquella época, los microscopios tenían una resolución óptica muy baja. Se sentían orgullosos incluso de poder observar bacterias, las cuales al parecer serían 10 000 veces más grandes que un hipotético virus. En aquel entonces no se podría haber demostrado un hipotético virus ni tampoco su multiplicación.
 Hoy en día, aún con todos los modernos microscopios electrónicos, la demostración de los virus postulados sigue quedándose en el aire. La existencia de los virus sigue permaneciendo como una hipótesis no probada. En términos más simples: nunca han existido virus comprobables y hoy tampoco los hay.”- HAMER


La muerte por el Ébola:

La muerte de un enfermo de Ébola puede sobrevenir por varias causas de las cuales la más común es un choque hipovolémico por la pérdida de sangre. En este caso uno o varios órganos del cuerpo dejan de funcionar por falta de abastecimiento sanguíneo. Sin embargo el paciente puede también morir por los edemas de los focos de Hamer en su cerebro. 
Cuando la musculatura de la laringe y la de los bronquios, están afectadas simultáneamente, puede ocurrirle al paciente un estado asmático imposible de tratar debido a las inflamaciones agudas inducidas por el conflicto de CCR que no ceden a los tratamientos.


El tratamiento:

La medicina clásica no entiende lo que pasa con un paciente de Ébola. Los médicos no logran comprender la implicación sistémica que la conjunción de varios conflictos ha provocado en el paciente para que presente los signos que delatan la enfermedad. Y así, erráticamente, van atendiendo la enfermedad conforme van apareciendo los síntomas. Adjudicando, como que fuera una verdad irrefutable, la responsabilidad de todos los signos a un supuesto virus mortal que con su deletérea acción trastorna al organismo modificando la sangre, las arterias, el parénquima de órganos vitales y otros tejidos para provocar los insidiosos efectos de deterioro del paciente que en poco tiempo pierde la esperanza de salir vivo de esa odisea.
Un médico experimentado de la Nueva Medicina Germánica en cambio, al estudiar el caso, descubre un orden en medio del caos porque entiende y sabe interpretar los signos que el paciente va mostrando conforme se desarrolla la enfermedad. Sin embargo la tarea de atender un paciente con Ébola no es para neófitos y el medico que asume este reto debe poseer conocimientos avanzados de la NMG que le permitan hacer la interpretación correcta de las transformaciones que el paciente va experimentando, y conforme esto sucede, tomar las decisiones terapéuticas correctas para atravesar la crisis con el mínimo de contratiempos y luego lograr la recuperación. Además de conocer con profundidad la NMG el médico tratante debe tener un buen conocimiento de Medicina de Urgencias y contar con la disponibilidad de insumos médicos y equipo a mano.
Al principio y si todavía no hay hemorragias, el tratamiento debe centrarse en resolver el conflicto de los colectores del riñón, llamado también conflicto existencial. Esto se logra de una manera que puede parecer paradójica a quien no entiende la dinámica de la NMG. Para esto el paciente debe ser sacado de la cuarentena y del aislamiento y si es posible regresar a su casa. Si esto no es posible entonces los miembros de su familia y sus amigos deben acudir a verlo y a acompañarlo para que él pueda conectarse de nuevo con su realidad y recuperar el sentido de la vida. Si este conflicto por fin se resuelve el paciente empezará a orinar acentuadamente y las inflamaciones disminuirán muy pronto. En esta fase los electrolitos decaerán rápidamente y para que el paciente no sufra contracciones y calambres debe administrársele suero electrolítico, o agua de mar o jugos de frutas, especialmente cítricos, para recuperar los minerales perdidos.
La leucemia presente en el Ébola tiene un curso que se puede pronosticar y sabiendo que es una fase de curación debe monitorearse cuidadosamente para mantener los niveles adecuados en sangre tanto del volumen de su componente sérico como del contenido de sus elementos constituyentes. La trombocitopenia debe ser tratada de manera especial para mantener el volumen de plaquetas y evitar en lo posible las hemorragias. Con un tratamiento cuidadoso y experto, en unas tres o cuatro semanas la hematología del paciente empieza a tomar sus valores normales.
Por lo general, al hacer volver al paciente a su territorio, mejora y los síntomas que producen los conflictos que le han afectado disminuyen. Cuanto mejor si regresa al lado de su familia.
Al contrario de lo que se publicita, el Ébola no es contagioso. Es un mal que sucede raramente, porque deben concurrir varios conflictos para que aparezca como enfermedad en un humano.

Luis Aguilar Cumes

No hay comentarios:

Publicar un comentario