viernes, 4 de agosto de 2017

Lo que Hamer ha descubierto es extraordinario





"Lo que Hamer ha descubierto es extraordinario, y demuestra que la enfermedad es una enseñanza, un maestro, algo que Dios pone en nuestro camino para evolucionar y crecer espiritualmente"
Estas afirmaciones (efectuadas de buena fe por algunos partidarios de la NMG) son, tomadas literalmente, incorrectas. Y más específicamente, no están relacionada con la NMG ni su contenido científico. Esto se hace evidente si se analizan las siguientes razones:
a)La NMG no es una religión. Por lo tanto, ella no se refiere a los temas de la espiritualidad o la trascendencia del ser humano (por más importantes que estos sean para muchas personas). Sus bases están en la biología evolutiva, no en la teología.
b)Según la NMG, la enfermedad tiene un sentido BIOLÓGICO, es decir, un sentido que se explica si se toma en cuenta la evolución de los seres vivos, sus necesidades biológicas, la forma de satisfacer esas necesidades, los comportamientos asociados a la satisfacción de tales necesidades (ej: un tiburón tiene un comportamiento innato que le permite satisfacer sus necesidades específicas) y que se expresan en los síntomas y signos de la enfermedad y en su relación con el conflicto biológico.
Eso es todo. Si alguien quiere ver allí la mano de Dios, Yavé, Jehová, de la Inteligencia Universal, de la materia, etc. es asunto personal de cada quien (y en última instancia, un asunto filosófico existencial), y no tiene que ver directamente con la NMG en tanto ciencia empírica. De allí que no tiene sentido rechazar la NMG por motivos religiosos ni existenciales.
Ciertamente, desde un punto de vista humano, se podría considerar que la enfermedad ha sido una lección positiva para determinadas personas en algunos casos. Es decir, hay personas que han pasado por una enfermedad grave, se han curado, y a partir de allí su vida ha cambiado para bien. Muchas de estas personas consideran a su enfermedad como un "maestro", como una situación que les dio muchas enseñazas y a la cual le agradecen esa enseñanza.
Este fenómeno es ciertamente muy interesante, y debería ser estudiado por psicólogos y médicos y hasta por filósofos. Y quizás, desde una visión humanista y ética, sea deseable que la enfermedad ayude a reflexionar a la persona sobre aspectos de su vida que antes daba por descontado (ya que mucha gente reflexiona solo cuando pasa por momentos difíciles, no en el día a día). Personalmente, soy partidario de aprender constantemente de los problemas y desafíos de la vida; sea que se trate de enfermedades, problemas sentimentales, laborales, etc. y de mantener siempre una actitud de reflexión y autocrítica que nos ayude a ser cada día mejor con nosotros mismos y nuestros semejantes.
Pero la anterior reflexión (por muy humana, digna y necesaria que sea) en nada se relaciona científicamente con la NMG, ya que ella no dice que el paciente debe considerar a la enfermedad como un maestro divino, sino solo le explica el origen conflictual de la enfermedad, y lo que debe resolver. Si la persona considera que esa enfermedad es una oportunidad de crecimiento que le dio Dios, pues bien; eso ya es una cuestión personal, de filosofía de vida, de actitud espiritual ante el mundo (que incluso puede darle fuerzas y fe para participar activamente en su tratamiento.) Pero no es indispensable esta creencia para comprender y usar la NMG.
En otras palabras, y para ser más explícito, lo anterior no significa que los asuntos filosóficos, religiosos, metafísicos o existenciales no sean importantes o relevantes. Por el contrario, considero que la reflexión filosófica es parte inherente del ser humano; y la creencia existencial o metafísica en Dios (sea que se fundamente desde la razón, como hacen algunos; o desde la mera fe, como hacen la mayoría de las personas religiosas) o la no creencia en Dios (o la creencia de que Dios no existe), es un tema personal y una opción existencial individual muy íntima que cada quien es libre de adoptar, según su propia consciencia y filosofía de vida.
Solo que nada de esto afecta la existencia y actuación de las 5 leyes biológicas de la NMG, cuya existencia puede ser comprobada empíricamente y reproducida científicamente; y no mediante discursos retóricos, filosóficos o reflexiones metafísicas.
Recopilado del Blogscindario.

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