domingo, 21 de junio de 2015

LA RAZÓN BIOLÓGICA DE LA ENFERMEDAD




Texto completo ( casi idéntico a las seis entregas) de LA RAZÓN BIOLÓGICA DE LA ENFERMEDAD:
Es habitual preguntar por la causa de nuestros síntomas cuando estamos enfermos y que la respuesta más corriente esté en caso de padecer infecciones en los gérmenes o microbios (hongos, virus, bacterias y parásitos) y en otras patologías en las intoxicaciones, carencias o excesos alimentarios, estados de estrés o preocupaciones extremas, en predisposiciones por antecedentes en nuestra familia… y en ocasiones cuando todo esto no aparece, no se encuentra entre las posibles causas, surge la frase: “lo siento, le ha tocado usted” que se convierte en dramática cuando se trata de las llamadas “enfermedades malignas” que acortan la esperanza de vida.


Durante los primeros 20 años de mi ejercicio profesional como médico de cabecera, trabajando en un centro de salud autogestionado en cooperativa, respondía a esas cuestiones de los consultantes con esas mismas razones o motivos. Era lo que había aprendido en la Facultad de Medicina. Sin embargo, poco a poco, durante esos años observé una relación entre lo que expresaban mis pacientes sobre sus vivencias más dramáticas y los síntomas que presentaban. Por suerte las condiciones de trabajo me permitían tiempo en dedicación y también conocimiento del entorno personal, familiar y socioeconómico. Al principio valoré este vínculo entre la vivencia y la enfermedad como un “ruido de fondo” hasta considerar que, sin duda, existía esa relación.
Así, durante el año 1992, el de las olimpiadas en Barcelona, me encontré en plena reflexión sobre la necesidad de encontrar un modelo o sistema que me explicara esta relación. Necesitaba saberlo, ya que ni la medicina psicosomática que atribuye una cierta conexión entre la mente y el cuerpo, ni otros enfoques alternativos satisfacían mi búsqueda. Hasta que leí, por consejo de un buen compañero médico, un libro sobre los fundamentos de una medicina que se enunciaba como nueva y ciertamente innovadora. La primera impresión fue de total y absoluto escepticismo a causa del cambio radical de los criterios y bases de la medicina académica o convencional, que proponía el descubridor y que exponía en sus cinco leyes biológicas (Ryke Geerd Hamer, medico internista alemán). Sin embargo estas proclamadas leyes biológica con sus mecanismos propios me revelaban y me daban pistas sobre los posibles procesos que se ponen en marcha entre las vivencias y los síntomas. Esta consideración inicial me motivó verificarlos en mi práctica profesional. Actividad que efectué en las consultas hasta principios de 1995, cuando entonces hice publica mi dedicación a este nuevo modelo médico, tras comprobar su idoneidad y sobre todo su utilidad para la salud individual y colectiva.
Durante estos 20 últimos años, de 1995 a 2015, he reunido suficiente información para contestar a mis consultantes con toda seguridad que en toda enfermedad existe una razón biológica, y que muchas de las enfermedades que no conocemos las causas no son debidas al azar, a la mala suerte o producto de algún designio o karma. En este texto voy a tratar de exponer de la manera más clara posible mi propia experiencia y proponer una metodología para abordar los síntomas en las mejores condiciones posibles y en las actuales circunstancias socio-políticas.
La información que recibo en la primera consulta sobre los múltiples y variados signos y síntomas no los trato de encuadrar de entrada en las diferentes patologías y cuadros clínicos acordados por convención en la llamada por este motivo Medicina Convencional, de donde va a surgir el protocolo terapéutico consensuado. Por este motivo es conveniente que el consultante en primer lugar exprese su motivo de consulta utilizando sus propias palabras o lenguaje; describa sus síntomas; cuando y como los percibió y su evolución en su espacio corporal o corporeidad (mente y cuerpo) y en el tiempo. Compartiendo esta información con él y facilitándole una guía y un orden para efectuar el diagnóstico de su expresión sintomática.
Tarea esta que puede ser apoyada por las exploraciones complementarias que posea o que requiera efectuar; llámese diagnóstico por el laboratorio clínico, por radiología o imaginería y por las diferentes pruebas funcionales específicas. La biopsia o anatomía patológica, en caso de haberse realizado según los procedimientos que se hayan utilizados hasta entonces, puede servir para corroborar el diagnostico en relación a las láminas embrionarias que se han movilizado. Para ello tengo en cuenta el marco de referencia que me proporcionan las cinco leyes biológicas, de manera que identifico qué le sucede a la persona que consulta y este es el momento para comunicarle que existe una razón biológica que explica la aparición de su sintomatología.
Entiendo aquí como razón aquel sistema de interpretación de los hechos que me proporcionan de manera repetible y falseable los mecanismos por los que aparecen. Es decir, el sistema empleado soporta los criterios de repetitividad y posee la posibilidad de negarlo con criterios reales y no basados en creencias o fundamentos inamovibles. Y biológica que estos mecanismos se encuentran en los principios que mantienen la supervivencia de los seres vivos. Por tanto, todo nuestro esfuerzo ahora se dirige a compartir con el consultante las situaciones que le hayan puesto en marcha esos mecanismos contenidos en esa razón biológica.
Identificar las situaciones o eventos y en qué condiciones han sucedido es la clave para la comprensión de las causas que le han producido los síntomas, teniendo en cuenta que la referencia básica para interpretar la relación existente entre la situación y el síntoma es la percepción de alarma que la persona siente sobre los hechos acaecidos. Alarma que, en ciertas condiciones, dispara todos los mecanismos disponibles en la corporeidad de la persona, con reacciones que se canalizan tanto en su sistema nervioso central y autónomo, como en sus diversas vísceras, con el objetivo de encontrar una solución a la alarma generada.
Las condiciones para expresar las respuestas que observamos en la enfermedad se hallan descritas con todo lujo de detalles en la primera ley biológica y la evolución de los cambios observados y las expresiones sintomáticas que relacionan los eventos conflictivos y los síntomas en la segunda y tercera ley biológicas respectivamente. Esta información ha de ser incorporada en el consultante para que sienta la razón biológica. Algunas personas más mentales o intelectuales necesitan un máximo de información para integrarla, pero otras más vitales solo necesitan conectar con la naturaleza.
En todos los casos, la primera tarea que realizo para transmitir en las mejores condiciones esta información, es exponer de manera concentrada las necesidades en tres grandes grupos, que se requieren satisfacer para mantener la vida (biológicas): Metabolismo; Estructura y Movimiento, necesidades que se hallan presentes en mayor y en menor medida tanto en el mundo vegetal como animal.
El metabolismo contiene la asimilación y eliminación de los nutrientes sólidos, líquidos y gaseosos (O2 y CO2) con el objetivo de elaborar la energía suficiente para mantener en funcionamiento el cuerpo, para ello se cuenta con los órganos y sistemas que realizan estas dos funciones, cuya procedencia embrionaria surge de la capa más interna o endodérmica. Aparato digestivo, renal y respiratorio-alveolar.
La estructura se puede dividir en dos subgrupos; el primero conforma las láminas protectoras de los órganos anteriores, dermis, pleura, peritoneo, pericardio y una invaginación de la dermis o corion que ha desarrollado las glándulas mamarias. El segundo mantiene el sostén del cuerpo y los mecanismos de engranaje, reparación, filtro y depuración, con sistemas óseo-tendinoso, endocrino, linfático y hemático (glóbulos rojos, blancos y plaquetas). Todos estos órganos y sistema surgen de la lámina embrionaria intermedia o mesodérmica. Y finalmente, el movimiento que nos conecta con nuestro entorno o medio y nos contacta con los otros, sean de la misma o diferente especie. Para ello contamos con la piel y las mucosas formadas por células en estratos y otras especializadas en la contracción y relajación muscular, ricamente inervadas por nervios sensoriales y motores. Acciones que nos permiten blindar el metabolismo y establecer la relación entre el mundo y nosotros con la consolidación de nuestro espacio o territorio. Los órganos que se encargan de estas funciones surgen de la lámina más externa o ectodérmica.
Con la finalidad de reforzar esta información en el intelecto y en el corazón del consultante para potenciar de que existe una razón biológica, insisto y remarco el fenómeno de la evolución de las especies que pueblan el planeta Tierra, pero desde el punto de vista lamarkista (Jean- Baptiste Lamark..1744-1829) en que la diversidad biológica, desde la forma más primitiva de vida hasta los grandes mamíferos, se genera a través de un dialogo entre el ser vivo y su entorno, producido por las diferentes fricciones o conflictos que inciden sobre las necesidades que hemos agrupado anteriormente: Metabolismo, Estructura y Movimiento. De esta manera creo que se comprende mejor la frase: La ontogénesis es una forma condensada de la filogénesis. Así los cambios que se han producido para la adaptación al medio (post-adaptativos) tienen el mismo contenido o naturaleza que los que se producen en la enfermedad.
En este momento de la consulta es conveniente comprobar hasta qué punto se ha entendido y por ende se ha incorporado la razón biológica de la enfermedad, ya que se va a abrir una puerta a la esperanza, y digo puerta porque solo es el principio de una senda que va a trascurrir por un paisaje que considera que las causas de la enfermedad o bien se desconocen o bien son consecuencia de unos cambios en el ADN, en las moléculas, en las intoxicaciones, en los fallos de la regulación del cuerpo, en la virulencia de los gérmenes…etc. Ante estas evidencias que sin duda, se observan en muchas de nuestras dolencias, no trato de negarlas o excluirlas del proceso de enfermar sino situarlas en los cambios o mecanismos intermedios; entre los factores causales y los síntomas.
Una vez traspasado el umbral de la nueva vía, insisto en el estudio y la reflexión sincera de uno mismo sobre el proceso que está vivenciando, exponiéndole argumentos para para seguir y sobre todo incidir sobre las soluciones reales a los conflictos y los síntomas que presenta o que se prevé va a presentar en el futuro.
En esta conducción surgen escollos en el camino que van a poner a prueba el poder personal del consultante. El primero de ellos se refiere a la solución, real, efectiva y, por tanto, biológica de su conflicto o conflictos. En este lugar las soluciones no son médicas o sanitarias tal como se entiende habitualmente, sino que actúan sobre las circunstancias que los han generado y que intervienen sobre las necesidades biológicas que se han referido. Se han de considerar situaciones ya desde el momento de la fecundación hasta los últimos días de nuestra existencia biológica en este Planeta.
En el caso que no se puedan implementar estas soluciones, recurro a la segunda opción: dejar de percibir o vivir la situación conflictiva de manera dramática y minimizarla en lo posible. Para tal objetivo utilizo diversos procedimientos terapéuticos que, encajados en este modelo de intervención, inciden sobre las diversas puertas de entrada: psíquica, cerebral y orgánica. Estas medidas no solo tratan de reducir la masa conflictual (intensidad y duración del conflicto) sino desatascar la circularidad del conflicto en que el proceso o el curso de la enfermedad se convierte en crónico o irreversible.
Ahora bien, quizás la gran complicación actual dado el panorama oficial, sea la dificultad de utilizar procedimientos terapéuticos que son eficaces para tratar las graves y delicadas situaciones clínicas: intervenciones quirúrgicas descompresivas, derivaciones peritoneales-vena femoral para las ascitis recidivantes, cateterismos vías urinarias para desobstruir el flujo de la orina, radiaciones selectivas en nódulos que comprimen paquetes nerviosos, prótesis y bronco-laser para desobturar conductos bronquiales y desplegar atelectasias o colapsos pulmonares, cámaras hiperbáricas para reducir los edemas cerebrales…etc., etc…
Por tanto, desde mi humilde posición y mi experiencia de estos últimos 20 años, hago un ruego para que se desvele el velo de la ignorancia UNIFICANDO LA MENTE CON EL CUERPO EN UNA MEDICINA CENTRADA EN LA PERSONA Y EN SUS CIRCUNSTANCIAS, se reconozcan ya los descubrimientos y las aportaciones del médico Ryke Geerd Hamer y se inicie la enseñanza de LA CIENCIA CURATIVA GERMANICA.

1 comentario:

  1. Muchas gracias, Dr Guerrero; se entiende muy bien lo expuesto; y el relato de sus mas de 20 años de experiencia da confianza; es alguien que sabe bien de qué está hablando.

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