Este punto hay que explicarlo bien para evitar malos entendidos:
1) La Nueva Medicina Germanica (NMG) sí contiene una terapia e indicaciones precisas.
La NMG es completa en sí misma, en el sentido de que con ella se puede realizar tanto el diagnóstico, la causa, el pronostico y la terapia.
Aplicar el sentido común sería tan simple, tan enriquecedor, tan adecuadamente a tono con las necesidades del paciente y una base fundamental de la práctica médica profesional. Pero lo que parece simple es a menudo la tarea más difícil de llevar a cabo. Se debe recordar que a través de las épocas, nuestros ancestros solían seleccionar a los individuos más sabios (en términos del sentido común) para servir como doctores, hechiceros y hombres de medicina; una persona que estuviese familiarizada con los altibajos del alma humana era considerada ”sabia“.
De acuerdo con los principios de la Nueva Medicina Germánica® (GNM), cualquier intervención terapéutica en el tratamiento de pacientes con cáncer comienza explicando el contexto, ayudando al paciente a sobreponerse al miedo inquietante de que ”células metastásicas“ se encuentran desplazándose por su cuerpo, y explicando la patogénesis y progresión de su enfermedad, algo de lo que el quizá ya se encuentra al pendiente. La Nueva Medicina Germánica es diametralmente opuesta a las terapias médicas convencionales, incluyendo sus aplicaciones más exóticas. En la medicina convencional, el paciente, ser que sufre y que soporta su enfermedad, es usualmente sujeto al mero tratamiento de sus síntomas, con cirugía, radiación y quimioterapia, morfina, o también con medicinas alternativas o complementarias.
2) Ahora bien, si por "terapia" se entiende (como lo hace mucha gente) el hecho simplista de "dar medicamentos para curar una enfermedad", pues en este sentido la NMG no es una "terapia". Las enfermedades las cura el propio organismo, al solucionar el conflicto biológico definitivamente. Y en este punto, los medicamentos y otras intervenciones médicas pueden (y en muchos casos deben) usarse como coadyuvantes al proceso de curación (para aliviar síntomas, dolores, complicaciones, etc.)
El Papel del Paciente en la NMG
Ahora el paciente se convierte en un ”agente“ activo en el tratamiento de su enfermedad. El asume la responsabilidad de resolver un conflicto, quizás con cierto apoyo, pero básicamente él tiene que resolver su conflicto por sí mismo o en casos de enfermedades crónicas identificar los rieles del conflicto (DHS).
Una solución real es ciertamente lo mejor y lo más viable, una solución definitiva. No hay una aproximación que se ajuste a todos, no hay en adelante, una receta general que deba ser aplicada para poder obtener soluciones posibles. Solo existen posibles caminos para una solución óptima, y estos difieren de un paciente a otro. Está claro que una solución real puede no ser posible para algunos conflictos– éstos requieren una aproximación intelectual. Una perspectiva espiritual o religiosa puede ser útil para lograr esto, así como el apoyo de un amigo querido, como dice el lema: un dolor compartido es dolor a la mitad. Ofrecer apoyo espiritual al resolver un conflicto en un nivel intelectual ciertamente ha sido un elemento central de la religión a través de las épocas. Basados en los principios de la Nueva Medicina Germánica®, sólo podemos decir a los pacientes acerca de los diferentes caminos para resolver su situación. Finalmente y desde luego, depende del paciente y sólo de él mismo, qué camino elige. En otras palabras, el paciente maneja su propia terapia, porque se ha dado cuenta de lo que le causa el malestar; pero siempre asistido por su médico, por si se presentan complicaciones.
Así, un paciente que va y viene entre las creencias de la medicina convencional y el concepto de la Nueva Medicina Germánica® nos indica que no puede ver en ese instante o esta condicionado por patrones culturales o conductuales. Estando ya afectado por su enfermedad, el paciente no mantendrá su defensa por mucho tiempo. La mera mención de un diagnóstico de cáncer o del término ”metástasis generalizada“ lo propulsará hacia un abismo de total impotencia. Para la mayoría de los pacientes, el supuesto común de que el cáncer continuará creciendo constituye una sentencia de muerte. Ser llevado de la esperanza al pánico, de la actividad a la pasividad, es entonces una situación catastrófica para el paciente.
Existen complicaciones que también pueden ocurrir durante la fase de curación. Éstas no solo incluyen el proceso reparativo en el cerebro, sino también los mecanismos de reparación del cuerpo.
Esto cambios orgánicos suceden en todos los programas biológicos de supervivencia, la mayoría llevados a cabo durante la fase vagotonica o curación, las cual denominamos enfermedad.
El paciente percibe como completamente aceptable el estar cansado y falto de energía por varias semanas, o en el caso de la hepatitis, por varios meses. Desde luego, un paciente con hepatitis que se encuentra en la fase de curación, que esta cansado y exhausto, contrariamente y a pesar de sentirse bien, tenderá a pensar que esto no es normal. Muchos pacientes quienes cursaban todavía con su cáncer activo (simpaticotonía), comienzan a sentirse tan cansados durante la subsiguiente vagotonía que su debilidad visible los obliga a quedarse en cama. Cada paciente con cáncer debe aprende que esta etapa es buena y deseada, y que de hecho esta es la etapa óptima. Por ejemplo, un paciente que se ha fracturado un hueso, esperará experimentar dolor mientras la fractura sana. Le es dicho que el hueso roto tiene que regenerarse por medio de la formación de células callosas, y que esto en ocasiones duele. Esto es básicamente similar en los pacientes con lesiones osteolíticas. La osteolisis tiene que recalcificarse, el tejido que rodea al hueso aumenta de volumen notablemente, y este proceso se acompaña en ocasiones por un dolor severo, especialmente en las vértebras, cuando los foramina intervertebralia ó forámenes intervertebrales (pequeñas aberturas entre las vértebras) son comprimidos y empujan las estructuras nerviosas de la columna lumbar. En muchos pacientes el dolor es casi intolerable. Desde luego, un paciente que sabe que el dolor es parte integrante del proceso de curación que lleva hacia la recalcificación, estará mucho más preparado para tolerar este dolor. Lograr la vagotonía en la fase de curación después de un estado de simpaticotonía en la fase activa del conflicto es como dar la bienvenida a la lluvia en una sequía.
En este punto el proceso de reparación del cuerpo se instala no solo en la lesión cerebral causada por el conflicto, sino que se llevan a cabo y se completan en el cuerpo todas las tareas ”suspendidas“ ó ”atrasadas“. Por ejemplo, una inflamación previa, se reactivará; el sangrado, previamente en un nivel mínimo, incrementa; y el peso que fue perdido es ahora recuperado. Los "tumores malignos" ó las necrosis son reparadas, recalcificadas, y degradadas por microbios en el cuerpo. Desde luego, aunque muchas de estas respuestas son normales e incluso deseables, éstas pueden derivar en complicaciones, como el sangrado, o el aumento de volumen causado por el edema, llevando a comprometer funciones vitales (Ej. difteria comprometiendo las vías aéreas, un carcinoma bronquial comprometiendo los bronquios, o un carcinoma a los conductos biliares). Ninguna complicación entonces debe ser subestimada.
Distinguimos dos tipos de complicaciones: aquellas que ocurren en la fase activa del conflicto (tales como los desórdenes que aparecen en los pacientes diabéticos) y aquellas que ocurren durante la fase de curación. En el nivel cerebral, la mayoría de las complicaciones aparecen durante la fase de curación cuando se forma el edema cerebral, como señal de curación, produciendo presión en el cerebro. En este punto se necesita hacer todo lo posible para prevenir que el paciente caiga en un coma. En casos menos severos, el café, el té, la fructosa, la vitamina C, los refrescos de cola o una compresa helada aplicada en la cabeza, tal como en los viejos tiempos, son medidas útiles. De todos los pacientes en la fase de curación, entre el 60 y 70 % no requieren medicación. Desde luego, la decisión de suspender la administración de medicamentos, solo debe de hacerse una vez que el escáner cerebral ha mostrado claramente que esto no es necesario.
Podemos aprender mucho de la Madre Naturaleza: un animal en la fase de curación se mantiene quieto de manera natural, duerme mucho y espera hasta que alcanza el estado de normotonía. Durante esta fase de curación, ningún animal con un edema cerebral se expondría por sí mismo a la luz directa del sol, porque sabe instintivamente que el sol le hace más daño que beneficio. Es recomendable aplicar compresas frescas en el área caliente del cuero cabelludo (Foco de Hamer) especialmente en la noche, periodo de descanso vagotónico del ritmo normal día-noche. Los pacientes en la fase de curación sufren más durante la noche, hasta las 3 o 4 de la mañana cuando el organismo cambia al ritmo de día. Mi experiencia ha mostrado que el 95% de los pacientes sobreviven a estas complicaciones. Para el 5% restante, este número podría llegar a reducirse en un futuro, y el punto crítico ser pasado a través de tratamiento de cuidados intensivos, en particular aquellos que sufren de complicaciones en el cerebro.
Si ahora sabemos que prácticamente en todos los cánceres resultarán síntomas cerebrales después de la solución del conflicto – ahora el paciente estará listo y aceptará de manera calmada los dolores de cabeza temporales, el vómito, la sensación de mareo o la visión doble, etc. como síntomas de curación y no será más, lanzado hacia ataques de pánico. En la mayoría de los casos, todo transcurrirá sin consecuencias serias.
Los médicos tienen que considerar las muchas complicaciones posibles que puedan presentarse tal como en cualquier otra ”enfermedad“: una tarea con la cual tratar. Debemos recordar constantemente, ¿de qué sirve que el paciente no muera debido al cáncer sino debido a una complicación que el cuidado profiláctico pudo haber prevenido? La muerte es final. Casi todos los pacientes que fueron a verme eran aquellos calificados como casos sin esperanza por la medicina convencional. Y estuve forzado a ver sucumbir a muchos pacientes a sus enfermedades, pacientes que no pude ayudar más en ese punto, con los precarios medios disponibles porque mis antiguos colegas eligieron no apoyarme. Muchos de esos pacientes no tuvieron que haber muerto. Estoy convencido de que si tan solo algunos de mi antiguo grupo, en particular colegas especializados en neurocirugía y en cuidados intensivos, hubieran contribuido con su habilidad, hubiésemos sido capaces de manejar estas complicaciones en un tiempo muy corto. (Dr. Hamer).
La NMG, con sus 5 leyes biológicas, ofrece un modelo explicativo de la enfermedad y de su evolución (incluyendo su eventual remisión, si se dan las condiciones para ello), y ese modelo permite explicar la aparición de la enfermedad y también su curación. Este contexto es la base de cualquier terapia y de cualquier tratamiento que se quiera realizar con éxito. Las diversas terapias (convencionales o alternativas) pueden usarse (si han demostrado ser eficaces), pero a condición de que se usen en el contexto de las 5 leyes biológicas y tomando en cuenta el concepto amplio que la NMG tiene de la terapia y sus indicaciones generales (y que es diferente al concepto común, meramente químico y mecánico, de "terapia").
Cuando se inicia la terapia, debemos tener en mente que todo lo que pasa en el organismo ocurre simultáneamente y en una forma sincronizada. Bajo ninguna circunstancia debemos estar tentados a dividir la Nueva Medicina Germánica® en subespecialidades, con alguien a cargo del cuidado del alma, otro del cerebro y un tercero de los órganos. Como regla, debemos distinguir entre la fase activa del conflicto - (fase ac) y la fase de curación (pos-conflictolisis, fase pcl). Si el individuo se encuentra todavía experimentando el conflicto activo, el choque del conflicto ó DHS debe ser determinado en orden de saber la duración máxima del conflicto, el contenido del conflicto y su manifestación en los órganos. Más aún, es muy importante identificar el progreso del conflicto, en particular su intensidad, de manera que se pueda evaluar la masa del conflicto apropiadamente.
Es igualmente importante saber si el paciente es zurdo o diestro, y cual es su estado hormonal actual: por ejemplo, si la paciente femenina se encuentra en la madurez sexual o si ya ha entrado a la menopausia, o si ella toma anticonceptivos. Lo mismo aplica, mutatis mutandis, a los pacientes masculinos.
Por eso la idea de terapia en la NMG es completamente diferente a como se usa el concepto comúnmente, y esa distinción es importante para comprender que la NMG sí tiene una terapia o tratamiento propio (aunque no en el sentido generalizado y simplista del término).